Debido a sus orígenes y evolución, el inglés hablado se ha separado mucho más de su representación escrita, de lo que lo hizo el castellano. Mientras que el castellano proviene del latín y ha ido evolucionando con el tiempo a partir de ahí con algunas influencias de otras lenguas, el inglés es el resultado de una mezcla mucho más grande de idiomas, en un proceso bastante más complejo.
Idiomas fonéticos y no tan fonéticos
Llamamos fonéticos a los sistemas de escritura que representan fielmente los sonidos que se producen al hablar un idioma.
El castellano se escribe de forma muy fonética o, dicho de otro modo, hay una relación muy directa entre las letras que escribimos y los sonidos que decimos. Por lo general, cada letra tiene un solo sonido asociado y, por lo tanto, tenemos muchas posibilidades de éxito al intentar pronunciar palabras que vemos escritas por primera vez.
Tenémos, 5 sonidos vocálicos [a, e, i, o, u] y una letra vocal para cada uno a, e, i, o u (amén de la i con alguna aparición estelar). También tenemos 19 sonidos consonánticos y hasta 22 letras consonantes para representarlos. El castellano se escribe bastante fonéticamente. ¡Hurra!
Así, para la gran mayoría de nosotros no hay ninguna duda de como suenan las palabras gato, dama, pelo, ventana o leña. De modo inverso, vamos a poder intuir como se escribe cualquier palabra que nunca hayamos visto en papel.
Aunque leer no va ser un problema, escribir nos puede dar algún quebradero de cabeza. Por ejemplo, cuando tengamos que usar combinaciones de letras (dígrafos – chica, llama, quiero, guirra, enganchar). También nos puede traer algún quebradero escoger entre varias letras que puedan sonar igual barro – vamos, escoger – jarra, cisar – soez – zoco (especialmente en según qué variantes latinoamericanas y peninsulares). Y hasta nos va a costar decir cuando usar una tilde, o descubrir cuando hay por ahí una h ninja de estas que no suenan. Para esos casos donde la simple y fantástica conexión entre el abecedario y sonidos se nos quede corta, normas de ortografía y diccionario, my friends. Aquí se acaban las dificultades al escribir castellano.
Pero vamos a por el inglés, que de esto va el tema.
El inglés se escribe de forma mucho menos fonética, y nos va a hacer la vida tan fácil. Hablemos de vocales. Aunque también tenemos 5 letras vocales, nos vamos a encontrar con que los personajes de Downtown Abbey estos británicos muy británicos van a conseguir producir 18 sonidos diferentes con esas 5 letras.
Si solo tengo 5 letras para representar 18 sonidos, no va a ser fácil una asociación tan directa como en castellano. Lo que estaba tan claro en castellano, en inglés ya no lo está y aumenta el riesgo de que no nos entienda nadie al leer una palabra en voz alta. El inglés no se escribe de forma muy fonética, y esto va a traer de cabeza a todo el mundo que lo esté aprendiendo, viniendo de una lengua fonética.
Ahí va un ejemplo:
Pongamos que ya nos hemos hartado de que en inglés escriban raro:
“I’ve had enough!”,
le queremos gritar a alguien, lo que debería sonar algo como [ aif jad inof ] !
Al intentar leerlo fonéticamente nos saldría algo como [ ive jad enouj ]. Probad a decirlo a ver cuantas diferencias encontráis. Sí, en voz alta, no os dé vergüenza, que vocalizando también se aprende!
Si intentamos leer y escribir en inglés como si fuera un idioma fonético, vamos a estrellarnos contra cosas como que ghost suena [goust], pero enough suena [inof], y sleigh que suena [slei]. También nos daremos cuenta que woman suena [uoman] pero women suena [uimen].
¿Quién decidió que gh iba a poderse pronunciar de 3 maneras diferentes? ¿Des de cuando una o suena i? Pues sí, en inglés, esto pasa. Güelcom tu Inglish.
¿Pero porqué pasa esto?
Castellano e inglés surgen de procesos evolutivos diferentes. Mientras que el castellano tiene una historia relativamente sencilla, el inglés tiene unos orígenes un poco más complejos, a la par que interesantes.
En muuuuuuy pocas palabras, el castellano es una evolución del latín con sabores árabes y unos cuantos neologismos mayormente ingleses por encima. Como un vino de barrica, o un helado con toppings. Es un idioma con un origen claro, y un sistema de escritura que lo acompaña y que ayuda a mantenerlo unido.
El inglés, por su lado, es más como una macedonia, un plato combinado, el platazo de elementos desayunables inconexos pero sorprendentemente combinables con el que llegas del bufet libre en un hotel. Es un idioma con muchas influencias fuertes y que empezó a escribirse mucho más tarde que el latín. Esto lo hizo mucho más permeable a cambios internos y adaptaciones de nuevas palabras.
Cuando monjes cristianos empezaron a escribir el inglés antiguo (anglosajón) con el alfabeto latín, ya se encontraron con muchas dificultades para adaptar todos los sonidos de esa lengua extraña al alfabeto. Tan difícil fue, que tuvieron que inventarse nuevas letras para algunos sonidos.
A esto hay que añadirle que el inglés hablado evolucionó mucho sin que nadie lo escribiera demasiado. A medida que iba incorporando palabras de otros idiomas como el nórdico antiguo, el francés o el latín del renacimiento.
El uso de un sistema de escritura originalmente desarrollado para otras lenguas, la incorporación de muchas palabras de orígenes distintos y grafías distintas, y la evolución separada de la lengua escrita y oral, nos trae al idioma moderno, donde la lengua hablada tiene menos relación con su forma escrita de la que pueda tener, por ejemplo, el castellano.